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Distinguir una escama de Grana Padano de una de Parmigiano Reggiano puede parecer a primera vista un desafío, pero en realidad, en un análisis comparativo, la diferencia se nota de inmediato. Grana es más suave, mantecoso y tiene un sabor un poco más delicado. Los más atentos pueden percibir olores a caldo de verduras hervidas. El parmesano suele ser más decisivo en sabor y cuanto más madura, más podrás percibir sus características aromáticas. Por debajo de los 12 meses se sigue percibiendo claramente la leche, pero en los estados más avanzados de maduración se suman notas cítricas a frutos secos que se acercan, con una marcada nota de avellana.